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14/01/2025 10h17

Metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de BRF son aprobadas por la Science Based Targets initiative (SBTi)

BRF se convierte en la primera empresa del sector alimentario de Brasil en tener sus metas climáticas aprobadas por la SBTi bajo la nueva metodología FLAG (sigla en inglés de bosques, uso de la tierra y agricultura)

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BRF, una de las mayores compañías de alimentos del mundo y propietaria de las marcas Sadia, Perdigãoy Qualy, logró que sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero fueran aprobadas por la Science Based Targets initiative (SBTi). Este reconocimiento convierte a BRF en la primera empresa del sector alimentario de Brasil en obtener la aprobación de metas bajo la nueva metodología FLAG, que corresponde a las siglas en inglés de bosques, uso de la tierra y agricultura.

El nuevo compromiso de la empresa es reducir en un 51% las emisiones directas de sus operaciones (alcances 1 y 2), incluyendo las emisiones generadas por fábricas, centros de distribución y el consumo de energía en sus propias operaciones, para 2032. En cuanto a las emisiones indirectas, que abarcan la cadena de valor (alcance 3), responsables del 98% de las emisiones de la compañía, el objetivo es reducirlas un 35,7%, también de aquí a 2032, con el reto de convertirse en una empresa NetZero, neutralizando sus emisiones residuales.

FLAG

Aunque el sector mundial de Bosques, Uso de la Tierra y Agricultura (FLAG) es responsable de aproximadamente el 20% de las emisiones globales, tiene el potencial de absorber una cantidad significativa de emisiones existentes en la atmósfera. Reconociendo su importancia para el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, la SBTi publicó en septiembre de 2022 una guía con directrices para la definición de metas basadas en la ciencia para empresas de este sector. Esta guía exige la contabilización de las emisiones FLAG y ofrece rutas hacia la descarbonización alineadas con el escenario climático de 1,5°C.

La limitación al escenario de 1,5ºC y la incorporación de emisiones FLAG al inventario BRF, como las emisiones provenientes de la cría de animales y las emisiones provenientes del cambio de uso de la tierra en el origen de granos, hacen aún más ambiciosas las metas de la empresa. “La adopción de la metodología FLAG refuerza el compromiso de la empresa con la mejora continua y el perfeccionamiento constante en la contabilización de sus emisiones”, afirma Paulo Pianez, director de sostenibilidad de BRF.

Frentes de acción
Para cumplir con sus metas, BRF cuenta con el Plan NetZero, una iniciativa estratégica basada en cuatro frentes de acción: el compromiso con una cadena de suministro libre de deforestación tanto directa como indirecta; el fomento de una agricultura de bajas emisiones de carbono, equilibrando la producción con la conservación ambiental; la transición hacia una matriz energética renovable; y el aumento de la eficiencia operativa mediante la optimización del consumo de recursos energéticos y la adopción de tecnologías de menor emisión en nuestras operaciones. La empresa ya ha dado pasos concretos en esta dirección.

Desde 2023, BRF monitorea al 100% de sus proveedores directos de granos. Para los proveedores indirectos, alcanzó el 90% en 2024, con el objetivo público de llegar al 100% en 2025. En el frente de energía renovable, con alianzas establecidas desde 2021 con AES Brasil y Power China (anteriormente Pontoon) para la construcción de parques eólicos y solares, respectivamente, BRF avanza hacia su compromiso de usar 100% energía eléctrica renovable para 2030 (el 50% de su energía eléctrica ya proviene de fuentes renovables).

Con el objetivo de integrar a los productores en su agenda de sostenibilidad, la empresa estableció alianzas con instituciones financieras para financiar la instalación de paneles solares en las propiedades de sus productores integrados. Actualmente, más de 1.500 productores ya están generando energía solar. Más allá del beneficio ambiental, la transición les ha proporcionado una reducción promedio del 95% en los costos de energía. La energía total generada por estas propiedades equivale al consumo de una ciudad de 230.000 habitantes. “Estamos trabajando en conjunto con nuestros proveedores y productores integrados, involucrándolos en nuestra jornada para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, concluye Paulo Pianez.